Abinader no puede defenderse solo: el PRM debe dar la cara

POR FREDDY NÚÑEZ JORGE

SANTO DOMINGO, RD.- El presidente Luis Rodolfo Abinader ha hecho lo que muchos prometieron y nunca cumplieron: gobernar con decencia, con respeto a la justicia y con un compromiso firme hacia el desarrollo del país. Pero no nos engañemos, ningún presidente puede cargar solo con la cruz de gobernar y, al mismo tiempo, defenderse de la artillería mediática de la oposición. Es el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y todos sus funcionarios quienes deben salir a dar la cara.

Hoy más que nunca, ministros, senadores, diputados, alcaldes y regidores tienen la obligación política y moral de defender en todos los espacios la gestión de Abinader. No es justo que sea el presidente quien responda, mientras muchos en su entorno guardan silencio como si el proyecto no les perteneciera. Callar en medio de los ataques es una forma de traición, porque la defensa de un gobierno no es opcional: es un deber de quienes llegaron al poder gracias al pueblo bajo la bandera del PRM.

El caso Senasa y otros que han salido a relucir son responsabilidad directa de los incumbentes de esas instituciones, no del presidente. La justicia tiene que actuar, y que caiga quien caiga. Esa es la línea de Abinader. Pero mientras tanto, no se puede permitir que los adversarios utilicen cada escándalo para golpear la imagen del mandatario, como si él fuera responsable de lo que otros hicieron o dejaron de hacer.

La oposición está jugando duro, lanzando pólvora mediática todos los días. Y lo hace porque sabe que en el terreno comunicacional el PRM está flojo. La verdad es que este gobierno tiene más logros que cualquier otro en los últimos veinte años, pero ¿de qué sirve si nadie los defiende, si nadie los repite, si nadie los grita en la radio, en la televisión, en las redes, en la calle?

Abinader no necesita cómplices del silencio, necesita guerreros políticos que estén dispuestos a enfrentarse en los medios y desmontar las mentiras de la oposición. Necesita funcionarios que salgan de las oficinas y entiendan que gobernar también es comunicar, que no basta con ejecutar si después se deja el terreno libre para que los enemigos definan la narrativa.

Este presidente ha dado muestras claras de transparencia, de respeto a la ley, de compromiso con el cambio. Que no se equivoquen: su obra de gobierno está a la vista, y los dominicanos lo saben. Pero si el PRM no despierta y se convierte en una muralla de defensa mediática, la oposición seguirá ensuciando la gestión con ataques baratos y manipulaciones.

La verdad es simple: Luis Abinader está escribiendo la mejor página de gobierno de las últimas dos décadas, pero no puede seguir siendo el único vocero de sus logros. El PRM debe recordar que defender esta gestión no es un favor al presidente, es defender su propio futuro político. Y el que no entienda eso, mejor que se aparte.