Gratitud eterna hacia Carlos Nina Gómez

POR FREDDY NÚÑEZ JORGE
SANTO DOMIMGO, RD.- Existen momentos en la vida que marcan un antes y un después. En mi caso, uno de esos instantes tuvo nombre y apellido, el reputado periodista Carlos Nina Gómez. Él fue la primera persona que creyó en mi capacidad como periodista, al abrirme las puertas en la postrimería de la década de los 80s en el periódico La Noticia, un medio de circulación nacional que me permitió dar mis primeros pasos en este mundo apasionante de la comunicación.
Años más tarde, el destino me dio la oportunidad de crecer dentro de ese mismo periódico hasta convertirme en editor deportivo, siempre con las orientaciones de Carlos, quien más que un colega, se convirtió en un mentor y referente.
Nuestra historia profesional no terminó ahí. Volvimos a coincidir en el prestigioso matutino Listín Diario, donde compartimos nuevamente la pasión por el periodismo deportivo, consolidando una relación de amistad que se mantiene firme a lo largo de los años.

Uno de los proyectos más significativos que compartimos fue la creación del programa “Momento del Boxeo”, transmitido por CDN, canal 37. En aquella experiencia tuvimos el privilegio de trabajar junto al inolvidable José Oscar Fernández, quien ya no está con nosotros, pero dejó una huella imborrable en el equipo y en todos los que amamos el deporte.
Hoy, mirando hacia atrás y observando una foto que me envió dándose terapia en su hombro izquierdo, no puedo más que sentir una profunda gratitud hacia Carlos Nina Gómez.
Su confianza en mí, su apoyo incondicional y su visión periodística no solo me dieron la primera oportunidad, sino que marcaron mi camino como redactor.
Por todo lo que hicimos juntos y lo que aprendí de él, mi gratitud hacia Carlos no tiene fecha de caducidad. Gracias, maestro, por abrirme la puerta cuando más lo necesitaba y por demostrarme que el periodismo se ejerce con pasión, entrega y honestidad.