19 muertos deja baño de sangre entre militares chavistas y las FARC en frontera Venezuela-Colombia
CARACAS, VENEZUELA.- La realidad se conjuró para darle la razón a Mike Pompeo, secretario de Estado norteamericano, en el mismo día de su visita a Colombia. Un asombroso operativo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) contra guerrilleros colombianos en la frontera de Apure provocó la muerte de cuatro militares venezolanos y heridas graves a tres de ellos.
Según fuentes extraoficiales, el grupo irregular sufrió 15 bajas, pese a que las disidencias de las FARC y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) son conocidos aliados del chavismo. El gobierno de Nicolás Maduro guarda silencio de momento y tampoco desde los canales de los guerrilleros han aportado información sobre sus víctimas durante la masacre.
Se trató de una pequeña batalla campal, con ráfagas intensas de disparos y sobrevuelo de aeronaves, que acabó con la vida de dos tenientes y dos sargentos y que dejó muchos interrogantes. El medio local MCC Noticias incluso aseguró que militares rusos usaron drones en la operación. Sería el mismo contingente ruso que participó en la captura de los militares rebeldes que desembarcaron en el litoral cercano a Caracas durante la Operación Gedeón, en junio pasado.
«Es intolerable e inaceptable que regímenes como el de Maduro hayan brindado refugio, seguro, ayuda y albergue a esos terroristas», acusó Pompeo, que anteayer se reunió con el presidente colombiano, Iván Duque , durante su gira relámpago por América Latina.
Venezuela concentró buena parte de las conversaciones entre los dirigentes de la región y el canciller de Donald Trump, que destacó el apoyo colombiano a la transición democrática en Venezuela.
Duque, por su parte, insistió en calificar a Maduro como un «criminal de lesa humanidad», tras el informe hecho público por la Misión de las Naciones Unidas. «La comunidad internacional tiene que actuar», concluyó el mandatario.
El «santuario» venezolano para la guerrilla del país vecino es una de las principales acusaciones del gobierno de Bogotá contra Caracas. Los disidentes de las FARC y los miembros del ELN se han asentado incluso en la zona del Arco Minero, en donde ejercen de vigilantes de las minas de oro y de diamantes de los jerarcas chavistas, según las denuncias realizadas por el Parlamento democrático.
La principal incógnita que deja la masacre del sábado es el porqué de un enfrentamiento entre aliados reconocidos. Una de las explicaciones es que la FANB desplegó a sus hombres para dar captura a alias Ferley González, cabecilla del Frente Décimo de las disidencias de las FARC, pero que está enemistado con Iván Márquez y con Jesús Santrich, los comandantes rebeldes que Caracas cobija y apoya.
A Ferley, disidente de las disidencias, se lo acusa de secuestrar en el Arauca colombiano para esconder a sus víctimas en el territorio venezolano. La senadora uribista Paola Holguín confirmó ayer las 19 víctimas mortales y denunció el pacto entre Santrich y Márquez para acabar con el poder de Gentil Duarte, otro comandante disidente de las FARC muy fuerte en el Arauca. En junio pasado, Juan Guillermo Zuluaga, gobernador de Meta, aireó públicamente la guerra en el seno de la disidencia, con el narcotráfico como telón de fondo.
«Los enfrentamientos armados en la frontera venezolana jamás se dan para restituir el orden o proteger la soberanía nacional», protestó Javier Tarazona, director de Fundaredes, ONG que denuncia desde hace años el despliegue guerrillero en la frontera. En sus investigaciones han comprobado que los guerrilleros participan en la distribución de comida del gobierno y que también vigilan los centros de confinamiento por el Covid-19 en la zona de la frontera.
«Han entregado nuestro territorio para actividades ilegales», añadió Tarazona, que denuncia la connivencia entre militares chavistas y las guerrillas colombianas para manejar el contrabando de combustibles, alimentos y minerales, además del tráfico de drogas.
La frontera del Apure es un territorio en constante disputa, con presencia importante del ELN. Según Tarazona, el acuerdo de convivencia entre las dos guerrillas, con el visto bueno de Caracas y de la FANB, se ha roto en los últimos días