Cuba marca la agenda de la Cumbre de las Américas tras su exclusión

LA HABANA, CUBA.- En la cotidianidad cubana, que comienza a vivir algo parecido a la normalidad precovid con mucha gente en las calles y sin colas desmesuradas en los mercados,parece haber un acuerdo mutuo de respaldo a que el presidente Miguel Díaz-Canel no participe de la Cumbre de las Américas, a celebrarse desde el próximo lunes en Los Ángeles.(Lea:Cumbre del Alba acusa a Estados Unidos de un trato discriminante)
Y es que si bien el Departamento de Estado de EE. UU. aseguró la semana pasada que no invitará al foro regional a Venezuela y Nicaragua, además de la isla, Díaz-Canel se adelantó al asegurar que, aunque finalmente fuese invitado, no asistirá al encuentro acusando a EE. UU. de ejercer prácticas “antidemocráticas” e “injerencistas”, cuando “ni política ni moralmente les corresponde” el derecho de decidir quién puede asistir a la cita.
Criticó en concreto que EE. UU. se arrogue un “poder fiscalizador de la democracia” y afirmó queallí “no son capaces de asegurar un espacio plural” e “irrespetan las diferencias” entre los distintos sistemas políticos.
Varios compatriotas comentaron positivamente su decisión, según publicó el portal oficialista Cubadebate. Rolando, desde Pinar del Río, resumía: “Así se hace presidente, ahora usted es nuestro comandante, no es necesario su presencia en la Cumbre, en definitiva, la dignidad, los principios, la ideología, la posición, la valentía, la moral del pueblo de Cuba se mantienen con Cumbre o sin Cumbre, todo el mundo lo sabe”.
Eso sumado a que numerosos países, incluidos aliados de Washington, insisten en condicionar su asistencia a la de estos Estados, considerados por EE. UU. como “antidemocráticos”.
Los «aliados» de Cuba en la Cumbre
Uno de los gobernantes más activos ha sido el mexicano Andrés Manuel López. Y se le suman Bolivia, Chile, Argentina y Guatemala, que también criticaron que la exclusión no ha dado resultados, al igual que Honduras.
Con este espaldarazo, Cuba optó por adelantarse diez días al encuentro en Los Ángeles, recibiendo el pasado viernes en La Habana la XXI Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Alba donde, junto con Venezuela y Nicaragua, ratificaron que la “decisión unilateral” de EE. UU. “es un grave retroceso histórico en las relaciones hemisféricas que ofende a los pueblos latinoamericanos”.
Dicho encuentro le marcó, antes de iniciada, la agenda a la Cumbre de las Américas, presidida por Washington, pues lejos de concentrarse en los contenidos que pretendían debatirse, el foro parece centrado en el debate de si debe ser inclusiva y aceptar a países que EE. UU. considera dictaduras o admitir como normal las exclusiones, como venía siendo hasta ahora.
Algunos en la isla se cuestionan cómo comprender el reversazo de Joe Biden a los castigos de Donald Trump para acercarse a las adoptadas por Barack Obama, permitiendo el regreso de vuelos a toda la isla, el envío de remesas sin el tope de mil dólares al trimestre y otras medidas, aún sin fecha para su aplicación, pero que no invitara a Cuba a Los Ángeles, salvaguardando, además, el embargo unilateral impuesto en 1962 y endurecido durante la era Trump.
Analistas han advertido que la Cumbre se ha convertido en un fiasco antes de comenzar, por estos reclamos. Y si bien para la administración cubana no ha sido habitual esta Cumbre. Asistió por primera vez en 2015, cuando se respiraban aires de concordia con Washington y tuvo una segunda participación en 2018 en Perú.Con la lección muy interiorizada a través de 11 administraciones estadounidenses, los funcionarios isleños desconfían de las intenciones de Biden al suavizar las medidas destinadas a beneficiar al pueblo cubano y no a su gobierno ni a los militares.
Para EE. UU., además, parece inminente generar puentes cuando las cifras de migrantes cubanos que cruzaron la frontera terrestre con México baten récord. Desde octubre 2021 hasta abril fueron 114.916, acercándose a la alarmante cifra de 125.000 migrantes que salieron por el puerto de El Mariel en 1980.
Sin embargo, es muy difícil de separar. A más turismo más ingresos para particulares, pero también mediante impuestos por licencias de actividades laborales y consumo terminan por llegar a las arcas estatales.
Pero los turistas no llegan en masa. “Está bajo cero”, dice a El Tiempo un cochero de carruaje de caballos. Lo hacen lentamente.
Según la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), “hasta el mes de abril se recibieron 639.660 viajeros, que representa el 631,7% respecto a igual periodo del 2021 lo que equivale a 538 405 viajeros más”.
De ellos, “447.847 visitantes internacionales hasta el mes de abril, que representa el, 5%, es decir 383 177 visitantes más que en el mismo período del año anterior”. Pero la cifra está lejos de los 2,5 millones que preveía el gobierno y más lejos de los casi 5 millones que arribaron en 2017.
‘La ciudad ya no es la misma’
Este diario, conversó con dos amigos estadounidenses que realizaban su sexta visita a la isla comunista. “Notamos cierta tristeza, la ciudad ya no es la misma”. Uno de ellos nos dijo que, aunque tenía su billete de regreso para el día 9, estaba pensando en adelantar la vuelta.
Tuvimos que recorrer varios establecimientos hasta que encontramos uno que nos aceptaron la moneda cubana.
Tuvimos que recorrer varios establecimientos hasta que encontramos uno que nos aceptaron la moneda cubana.
Ponen un ejemplo. “Queríamos comprar una botella de ron y por no tener tarjetas validas -las de bancos estadounidenses no se aceptan- no nos dejaban pagar en efectivo.”.Las paladares -restaurantes privados- comienzan a abrir tras el cerrojazo impuesto por las restricciones por la pandemia, pero tienen una competencia muy fuerte en los hoteles.Los particulares tienen que comprar todo en divisa y los precios de sus servicios los cobran a razón de 100 CUP (peso cubano nacional) por dólar. En muchas cartas los precios aparecen en CUP con la conversión impresa 1 copa de vino 700 CUP/7 USD. Mientras las cafeterías y restaurantes de los hoteles colocan el cartel de completo.
Se comprende porque un menú de dos pizzas, dos refrescos y dos postres cuesta 1300 pesos, que convertido al cambio del mercado negro son apenas 13 dólares.
Antes del anuncio de Biden, el euro se llegó a cambiar hasta 130 y el dólar a 125.
También el MLC (moneda con valor de divisa que funciona mediante transferencias a cuentas bancarias y tarjetas para compras) también cotiza a la par que el dólar. El problema es que no todos tienen acceso a esa tarjeta ni sueldos que la soporten. El gobierno trata de controlar todos esos movimientos.
Migración, la única solución
La dificultad para comprar bienes de consumo básicos está empujando amuchas familias a buscar la vida en el extranjero por las vías irregulares: de balseros, saliendo a un país latinoamericanos para emprender un viaje peligroso por el continente hasta cruzar la frontera estadounidense y pedir asilo.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos indicó en abril que en los últimos seis meses detuvieron a 79.800 cubanos en la frontera terrestre, algo más del doble de todo el año fiscal (octubre a septiembre) 2021 y cinco veces más que el 2020.
Las cifras de migrantes cubanos que cruzaron la frontera terrestre con México baten récord. Desde octubre 2021 hasta abril fueron 114.916. Se acercan a los 125.000 que salieron por el puerto de El Mariel en 1980.
Con ese recuento de fondo, Washington anunció el regreso a las rondas de conversaciones migratorias -interrumpidas durante 4 años- que regulan el ingreso legal de 20.000 cubanos por año.
Poco después comunicó la apertura del consulado para tramitar visados y entrevistas de reunificación familiar, que aun hoy los cubanos solo podían gestionar viajando a terceros países como México o Guyana, entre otros, lo que suponía el importante encarecimiento del viaje.
Sin embargo, la normalidad, el bullicio y la alegría característica de la cuba antes del COVID parece lejos de regresar.
Durante la pandemia no teníamos que pagar el impuesto, pero ahora no hay turismo.
Durante la pandemia no teníamos que pagar el impuesto, pero ahora no hay turismo.
El termómetro se mide por el turismo, la segunda fuente de ingresos. Muchos hoteles permanecen cerrados y los abiertos tienen habitaciones disponibles, los alojamientos particulares tampoco tienen ocupación. Los cocheros de los típicos carruajes de caballos que recorrían la ciudad con turistas colorados por el sol hacen viajes con cubanos.“Somos una cooperativa con 60 carruajes y nos tenemos que turnar para cobrar 1500 pesos por 4 personas para poder sacar por lo menos para mantener la licencia.”.
El mercado ruso fue el primer emisor de viajeros a Cuba en 2021, sobrepasando al canadiense que ocupó históricamente el primer lugar.
Por la guerra en Ucrania las aerolíneas rusas Aeroflot y Azur Air han cancelado temporalmente sus vuelos a Cuba después de que la mayoría de los países europeos les cerrasen su espacio aéreo.
Según especialistas del sector, la situación afectará al país caribeño. Se suma otro varapalo para la maltrecha economía isleña.
A Cuba le sigue pasando factura el embargo, la escasez de alimentos y de medicinas. Además de la mala imagen externa que dejó su represión a las protestas del 11 de julio pasado y las duras penas de prisión para muchos de los participantes.
Pero, ahora parece encontrar eco y peso para forzar un diálogo más abierto y franco con Estados Unidos.