Presidente del PRSC planteó la aprobación de nuevo Código Penal
SANTO DOMIGO, RD.- El presidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) Quiqur Sntún, planteó que ante los altos niveles de inseguridad que hay en el país se hace urgente la aprobación y promulgación del nuevo Código Penal Dominicano que establece penas más severas contra los delincuentes.
Antún, quien habló sobre el tema al encabezar aquí un masivo acto con dirigentes y militantes del PRSC, entiende que debe haber mano dura para lograr una reducción significativa de la delincuencia.
Sostuvo que se necesita un nuevo código penal para sancionar a los delincuentes, “pero no solamente a los delincuentes comunes, sino también a los delincuentes de cuello blanco”.
En ese sentido, indicó que hay que fortalecer a la Policía Nacional, con el ingreso de 10 mil nuevos agentes y 100 automóviles, entre camionetas y carros, además 3 mil motocicletas, equipos de comunicación y tecnología –“para que puedan realizar un trabajo más efectivo en la lucha contra la delincuencia y la criminalidad”.
También que a los policías se les pague un salario justo y digno y se les garantice seguro médico y también de vida que incluyan a todos sus familiares “para que el policía pueda actuar con la integridad que hay que hacerlo”.
Sugirió la participación de las iglesias junto al Estado “para conformar un cuerpo policial que tenga entereza, principios y valores de defender a la ciudadanía”.
Igualmente sugirió la instalación de cámaras de seguridad en los municipios del país, especialmente en los lugares de mayor índice delincuencial.
Puso de ejemplo a la provincia La Altagracia, donde la criminalidad “se ha convertido en el problema número uno de los ciudadanos, por la cantidad de asaltos, robos, secuestros y actos de sicariato que se registran a diario”.
Afirmó que ni la propia basílica Nuestra Señora de la Altagracia se ha escapado de la delincuencia, cuando el pasado año antisociales penetraron al interior de la misma y robaron el dinero de las ofrendas que realizan los feligreses, lo que generó indignación en toda la sociedad dominicana.